Ya sea porque cocinamos comida con antelación, porque comemos de tupper en la oficina o porque hemos cocinado más cantidad de la cuenta y nos sobra, acabamos necesitando recalentar la comida. A diario recalentamos alimentos, una estrategia muy útil para hacer que las comidas sean más rápidas de preparar y para evitar despilfarrar alimentos. Hoy os explicamos algunos trucos sobre cómo recalentar la comida de forma adecuada, así no perderán su sabor. ¡Sigue leyendo!
¿Se puede recalentar la comida más de una vez?
Una vez recalentado un alimento, lo más recomendable es no recalentarlo otra vez. Por eso, lo más adecuado es recalentar solo la cantidad de comida que vayamos a consumir. Si calculamos que no vamos a consumir un determinado plato cocinado en un plazo de cuatro días, lo mejor es congelarlo.
¿Qué comida recalentar?
No cabe duda que es mucho más rico tomar una comida recién cocinada. Pero no siempre disponemos de tiempo para hacerlo y es muy común que cocinemos más cantidad de la necesaria.
Hay platos que es mejor no recalentar, como carne o pescado a la plancha, porque luego no quedan bien al querer recalentarlos. Las croquetas y los rebozados son comidas que tampoco quedan ricas recalentadas, aunque estos sí se pueden reservar y tomarlos luego a temperatura ambiente.
Los mejores platos para recalentar son caldos, guisos, purés, pastas, carnes o pescados guisados y arroces.
Recalentado en el microondas
Utilizar el microondas es la manera más rápida de recalentar alimentos, sobre todo si lo que queremos recalentar es una sola ración de comida.
- Lo primero será elegir el programa de calentamiento adecuado. Si tienes dudas a la hora de programar el tiempo o la potencia, prueba con valores menores. Siempre es mejor volver a calentar la comida que comprobar que ha quedado reseca por pasarnos con la intensidad. También deberemos usar un recipiente adecuado tapándolo ligeramente.
- La mejor opción es cubrir lo que vayamos a calentar con una tapa especial para microondas. Tiene unos pequeños orificios para que circule el aire.
- Si vamos a utilizar un recipiente de plástico, será importante asegurarnos antes de que es apto para el microondas. Mira en la base o en la tapa, donde debería aparecer un símbolo que lo representa.
- Además de los tupper que indiquen que efectivamente están admitidos para microondas, podremos calentar la comida en recipientes de cristal y cualquier tipo de vajilla sin decoración metálica.
- Antes de nada, hay que remover bien la comida para asegurarnos que no quede apelmazada. A mitad del ciclo de calentamiento se pueden mezclar los alimentos para asegurar que se hayan calentado correctamente.
- Un truco es echarle unas gotitas de agua o un chorro de aceite, para que así en el calentamiento la comida no se deshidrate.
¿Cómo recalentar la comida sin microondas?
Las comidas recalentadas suelen quedar mejor si usamos los fogones. Esto supone un poquito más de tiempo y ensuciar más porque necesitaremos cacerolas o sartenes, pero el resultado será más apetecible.
Además, si se trata de recalentar varias raciones de comida, nos compensará porque será mucho más rápido y económico calentar todo en una olla que recalentar dos o tres platos en el micro. Si el objetivo es recalentar un solo plato, el microondas va a ser lo más práctico.
El horno y el baño maría
El baño maría es una excelente opción para recalentar la comida. Consistirá en meter un recipiente con los ingredientes a cocinar dentro de otro recipiente mayor que contenga agua. Al ponerse en el fuego y tomar calor el agua, dará calor indirecto al contenido del recipiente de menor tamaño, cocinándolo de forma homogénea.
También podemos hacerlo en el horno. Las comidas más adecuadas son estofados, carnes o pescados en salsa y platos hechos con masa, como pizzas, empanadas o volovanes.
La desventaja de usar el horno es que gasta mucha energía y supone emplear bastante tiempo. De nuevo, dependerá de si lo que queremos recalentar es mucha o poca cantidad.
Otros tips
A la hora de recalentar comida al fuego y darle un toque para que no pierda sabor, un buen truco va a ser echarle medita tacita de agua. Será la forma de que no se pegue la comida.
Otro buen aliado es el aceite de oliva. Echar un chorrito al plato que estamos recalentando en la sartén siempre va a ser bienvenido. Si se trata de pastas a la carbonara, de una lasaña o unos canelones, un buen truco para recalentar el plato será añadirle un poquito de leche o de mantequilla. Así evitaremos que se agarre y le daremos cremosidad.
Y si son pastas con tomate o unas albóndigas en salsa de tomate, no dudes en echarle un chorrito de tomate frito para intensificar su sabor al recalentarse.
Ahora que sabes cómo recalentar la comida, te interesará este post con algunos consejos sobre cómo preparar los tuppers de la oficina