Seguro que te lo han dicho muchas veces: el desayuno es la comida más importante del día. Es básico arrancar la jornada desayunando de forma equilibrada, y no saliendo de casa habiendo tomado sólo un café o un zumo. Hay que sentarse a desayunar, tu cuerpo te lo agradecerá, y en Naturarla te explicamos por qué es tan importante.
Lo primero de todo, no te pongas la excusa de que estás a dieta. El desayuno es sin duda la comida que menos engorda de las que hagas durante todo el día. Es razonable: lo que tomes de alimento por la mañana, lo habrás quemado sin problema a mitad del día. Eso sí, procura desayunar de forma variada y lo más equilibrada posible. Te damos ahora algunas claves sobre cómo es un desayuno equilibrado.
Para que tu desayuno sea equilibrado debe estar compuesto, como mínimo, por los siguientes grupos de alimentos: lácteos como la leche, yogur o el queso, frutas o zumos naturales, cereales como el pan, los cereales clásicos del desayuno o las galletas. También puedes añadir otros alimentos como derivados cárnicos y dulces, siempre en cantidades moderadas.
Tomando en el desayuno lácteos tendrás proteínas de calidad, calcio, vitaminas A y D, y vitaminas del grupo B; los cereales te aportarán hidratos de carbono, vitaminas, minerales y fibra; y la fruta, hidratos de carbono, agua, vitaminas, minerales y fibra.
Recuerda, acostúmbrate a tomar un desayuno completo por las mañanas, porque después de las diez ó doce horas que transcurren desde la cena, tu cuerpo necesita energía y nutrientes para realizar bien sus actividades diarias. Desayunar equilibrado mejora el rendimiento físico y escolar, ayuda a mantener un peso corporal normal, mejora la concentración, aumenta el rendimiento y la productividad en el trabajo, y sobre todo, contribuye a tener un buen estado de salud.