Hoy queremos hablar del producto estrella de la colmena, ese “caviar” que las abejas laboriosamente recogen de las flores: el polen, concretamente el polen fresco. Ya sabrás que todos aquellos alimentos que tienen que ver con flores y abejas son fuente de salud. En esta ocasión estuvimos hablando sobre las maravillas de la miel y seguro que alguna vez has oído hablar de la jalea real o el propóleo, tan empleados en medicina natural.
¿Qué es el polen?
El polen es la secreción de la parte masculina de las flores (las anteras), el equivalente al esperma en los animales. Cuando los granos de polen caen sobre el pistilo (órgano femenino de la flor) se produce la polinización.
Mágica elaboración
Como sabemos, las abejas se pasean de flor en flor. De ellas absorben el néctar de las flores, con el que harán la miel, y se llenan las patas de polen. Las abejas pecoreadoras de polen (que no son las mismas que las de néctar) se limpian el polen del cuerpo, humedeciéndolo con saliva y néctar y dando forma a pequeñas “albóndigas” que transportarán en las cestas de sus patas hasta la colmena. Los apicultores deben recoger estas bolas antes de que entren en la colmena, lo que hacen con unas cajitas con rejillas que colocan en la entrada de las colmenas.
Variedades
Los granos de polen cambian de color y sabor según la especie de planta de la que se haya extraído. Los principios activos de cada grano también vendrán determinados por su origen, de modo que cuantos más colores tenga el polen, mejor. Según la época, las bolas de polen serán de unas especies u otras, como es lógico, acompañando las distintas épocas de floración. También la zona de recolección influirá.
Propiedades
El polen fresco tiene uno de los currículums nutricionales más completos entre todos los alimentos. Para empezar es el único alimento que contiene los 22 aminoácidos esenciales. Aunque resulte increíble, 100 gramos de polen contienen las mismas proteínas que 1/2 Kg de carne, la mayoría en forma de aminoácidos libres, es decir, fácilmente asimilables. Por si fuera poco contiene varios tipos de azúcares, vitaminas (A, D, E, C y todas las del grupo B) minerales y oligoelementos, enzimas y sustancias antibióticas que aumentan su poder terapéutico. Espectacular ¿verdad?
¿Dónde comprar?
El polen fresco no es fácil de encontrar. Su recolección es muy laboriosa y su producción limitada y hasta hace poco la única forma de acceder a él era conocer a un apicultor. Sin embargo actualmente existen pequeñas tiendas especializadas en internet en las que se pueden adquirir estas dulces pepitas medicinales.
Uso en medicina natural
Sería muy extenso detallar un listado de propiedades y beneficios del polen y sus aplicaciones en medicina natural. Se dice que actúa positivamente sobre los 9 sistemas del organismo (estructural, digestivo, circulatorio, respiratorio, urinario, glandular, nervioso, epitelial, linfático), mejora el rendimiento físico e intelectual, mejora las defensas… Se emplea en casos de convalecencia de cualquier tipo, problemas estomacales, problemas de fertilidad, fatiga, caída de cabello, problemas de falta de concentración, problemas de falta de apetito, depresiones, astenia primaveral, para prevenir alergias… Además es un complemento dietético ideal en las dietas vegetarianas.
¿Cómo lo tomamos?
Sólo, en ensalada, con yogur, con macedonia… la única norma es no tomarlo caliente, ya que algunas de sus propiedades se pierden. El polen fresco es mejor y conserva intactas sus propiedades, aunque también puedes encontrarlo seco, que es más fácil de encontrar y más económico.