Cada vez que tiramos algo a la basura, incluso cuando lo depositamos en el contenedor para su reciclaje, deberíamos reflexionar y pensar en ello. Porque hay muchos tipos de residuos, y algunos tardan cientos de años en descomponerse. ¿Te has preguntado alguna vez cuánto tardan en degradarse los desperdicios que produces y desechas a diario? En este artículo os detallamos algunos ejemplos, desde los que menos tardan en desaparecer hasta los que tardan miles de años en descomponerse.
Los desechos que menos tardan en descomponerse son los orgánicos. Tan sólo tardan unas 4 semanas en degradarse, porque se biodegradan rápidamente gracias a la acción de organismos existentes en el suelo. Pero esto, siempre y cuando no se mezclen con desechos inorgánicos o sustancias químicas.
El papel, que se compone básicamente de celulosa, tarda menos de 1 año en formar parte del suelo. Eso sí, lo ideal es siempre reciclarlo: para evitar que se talen árboles para su fabricación.
Las colillas tardan entre 1 y 2 años en degradarse. Los filtros están hechos de acetato de celulosa y las bacterias del suelo no pueden atacarla bien. Si la colilla cae en el agua tardaría menos en desintegrarse, pero contaminaría más.
5 años es lo que tarda en desaparecer un chicle. Los chicles son una mezcla de gomas de resinas naturales, sintéticas, azúcar, aromatizantes y colorantes. Al ponerse en contacto con el oxígeno, el chicle se vuelve duro, y con el tiempo, esto es varios años, se desquebraja y desaparece.
Las latas de aluminio tardan 10 años aproximadamente en transformarse en óxido de hierro. Al estar recubiertas de barniz y de estaño, se necesita mucha humedad para que el óxido las cubra totalmente. Y los vasos desechables de polipropileno, que contaminan menos que los de poliestireno, también tardan una década en degradarse. Eso sí, las moléculas sintéticas de plástico nunca desaparecen.
Los tetra-briks, al estar compuestos de una mezcla de celulosa, polietileno de baja densidad y de aluminio, se degradan en 30 años, y es el aluminio el material que más tarda en desaparecer. Por su parte, los aerosoles, al tener una estructura metálica que los hace resistentes a la degradación natural, se descomponen por oxidación en también unos 30 años.
Los mecheros, los corchos de plástico y otros envases hechos de acero y plástico, pueden tardar 100 años en desaparecer. El plástico, sobre todo, es un material que no se degrada fácilmente.
Unos 150 años tardan en degradarse las bolsas de plástico. Al estar hechas de polietileno de baja densidad, las bolsas de plástico son un material difícil a la hora de que la naturaleza las intente degradar. Por eso, es importante reutilizar bolsas de tela o cartón una y otra vez o, en todo caso, usar bolsas de bioplástico que se degradan de forma natural.
Los pañales tradicionales tardan de 300 a 400 años en descomponerse. Al contener materiales derivados del petróleo, como polipropileno, polietileno, elásticos, adhesivos y plásticos, los pañales resultan altamente contaminantes y tardan de tres a cuatro siglos en descomponerse. Por eso, hay que pensar en alternativas, como pañales hechos con materiales biodegradables, que se degradan a los 3 o 6 años.
Las botellas de plástico, que en su mayoría están hechas de tereftalato de polietileno (PET), un material difícil de degradarse, tardan de 100 a 1.000 años en descomponerse. Además, si están enterradas tardan más tiempo en desaparecer.
Las pilas tardan más de 1.000 años en desaparecer. Además, son altamente contaminantes para el medio ambiente, debido a su contenido químico hecho de materiales pesados como el mercurio. Y es que, cuando la capa protectora que recubre las pilas se degrada, se liberan los metales que contiene y puede comenzar un grave proceso de contaminación, especialmente si entran en contacto con el agua
¿Has tomado nota? Pues recuerda: si queremos ayudar al medio ambiente y poner nuestro pequeño granito de arena, lo mejor es tener en cuenta que el residuo menos contaminante es el que no se produce.