Los nísperos son frutos de color anaranjado y piel brillante. La primavera es su momento óptimo de maduración y es cuando adquieren ese sabor dulce tan característico que contrasta con su amargor. Si vemos que están algo inmaduros, podemos envolverlos en papel de aluminio y guardarlos en la nevera para acelerar el proceso.
El componente principal del níspero es el agua. El contenido vitamínico de este fruto es bastante bajo, pero sobre todo es rico en vitamina A. En cuanto a minerales, aporta potasio y cantidades apreciables de magnesio y calcio. Además los frutos destacan por su gran aporte en pectina, tanino y ácidos cítricos que ejercen acciones astringentes, reguladoras y tonificantes.
Están exquisitos al natural pero también podemos preparar mermeladas y acompañamiento para carnes.