Si nos ofrecieran algo parecido al secreto de la salud y la vida eternas, pocos renunciaríamos a ello. De hecho, esta es una búsqueda inmemorial en la propia historia de la humanidad. Siendo conscientes de que lo eterno e inmortal no es posible todavía, sí podemos reunir pistas fundamentales para lograr una salud lo más duradera posible. Como por ejemplo, las dietas de los ciudadanos que de mayor longevidad disfrutan. ¡Sigue leyendo!
Okinawa, Japón
Si tuviéramos que decir cuál es el lugar donde poder encontrar al Santo Grial de la longevidad, casi sin duda diríamos la isla japonesa de Okinawa. No en vano, es la región con mayor tasa de centenarios del planeta, famosa en el mundo entero precisamente por este récord.
Su alimentación se basa en vegetales de hoja verde, pescado y patatas dulces. Estas patatas no tienen que ver con las que nosotros conocemos y están llenas de antioxidantes. También granos enteros, arroz integral, cerdo salvaje y productos de soja. Los okinawenses no consumen azúcares, carnes rojas ni harinas refinadas.
Aparte de los alimentos que ingieren, es muy destacable reseñar que siguen una clara restricción calórica. Un okinawense medio consume 1.500 calorías, un 40% menos que el americano promedio. Están combinando por tanto una dieta baja en calorías pero densa en nutrientes.
A destacar también que los okinawenses cultivan sus propios vegetales. En la localidad de Kijoka, donde los okinawenses viven más, el suelo es particularmente rico en minerales debido a las aguas marinas. Unas 460 especies de hierbas son asimismo cultivadas, con propósitos tanto medicinales como culinarios. El consumo de pescado fresco es bastante frecuente, tres o más veces por semana, el cual pescan los hombres del lugar.
Symi, Grecia
Aunque Grecia posee una destacable tasa de longevidad, la isla de Symi presume de las mejores cifras. Por supuesto, el ingrediente secreto para su buena salud y longevidad es su dieta.
Si bien su cocina es única, tiene mucho en común con el menú cretense. El aceite de oliva virgen extra es consumido casi con todo en Symi, y es un factor explicativo de la excepcional salud cardiovascular en toda la región de islas griegas.
Los simiotas comen pescado al menos unas tres veces por semana, especialmente las sardinas, ricas en omega 3. También añaden a su menú otro aliado del corazón: el ajo.
Una especialidad en Symi es el pan de trigo integral junto con semillas de sésamo. La carne que consumen suele ser conejo y cordero criados en plena naturaleza. En Symi no hay supermercados que ofrezcan carne de animales criados industrialmente ni tratados con antibióticos u hormonas.
El queso feta, hecho con leche de oveja, y el yogurt griego están presentes en todos los hogares, donde se suele consumir vino tinto o blanco en cada comida, o bien variantes locales como el ouzo, el raki o el retsina. Este último se condimenta con resina de pino como acompañamiento de los intensos sabores de su cocina.
Campodimele, Italia
Hongos, caracoles, vino blanco, achicoria, limón, aceite de oliva, ensaladas, queso de cabra o canelones caseros son algunos de los alimentos más frecuentes en las mesas de esta localidad.
El origen de la cocina de Campodimele reside en la comida italiana campesina, muy baja en sal y rica en antioxidantes.
Sus platos se basan también en gran cantidad de fruta fresca y vegetales crecidos en suelos fértiles ricos en minerales.
Existe una variedad de legumbre exclusiva de este lugar denominada cicerchie, que suelen añadir a ensaladas junto con ajo, aceite de oliva y hierbas.
Un par de veces por semana consumen pescado que traen recién pescado de la costa que se sitúa a unas 12 millas de Campodimele. Suelen comer de vez en cuando carne obtenida de animales que se crían o habitan en las zonas cercanas a este lugar, desde corderos hasta conejos.
El vino también es cultivado por sus habitantes. De hecho, cada casa hace unos trescientos litros anuales. Tan solo un tercio de la población consume café, ya que habitualmente consumen su sustitutiva bebida de malta, hecha con cebada y rica en vitaminas del grupo B.
Además, tradicionalmente en Campodimele, se consumía agua de primavera de montaña procedente del cercano Monte Faggeta, también fuente de agua embotellada.
Si observamos bien y conectamos las distintas pistas que nos dejan las dietas de las poblaciones más longevas, advertiremos puntos en común. Estos determinan prácticamente todo a la hora de establecer una dieta ideal para la salud y longevidad. Por ejemplo, la destacada ausencia de azúcar y carbohidratos refinados así como de aceites vegetales altos en Omega 6 (de girasol, maíz y soja).
