Tanto el pan como el queso, llevan acompañando a la Humanidad desde muy temprano. Y desde esos comienzos hacen buena pareja y se toman combinados, pero su combinación en forma de pizza, no habría sido lo mismo sin la aparición del queso mozzarella. El queso mozzarella es originario de la cocina italiana. Aunque hay otras variantes, se ha constatado que la tradición italiana es la más antigua. Su nombre procede del verbo italiano antiguo «mozzare» que significa cortar o separar una parte de otra.
La historia del queso mozzarella parece que arranca en la ciudad de Aversa, perteneciente a la provincia de Caserta en la región de Campania donde empezaron a producir este tipo de queso con leche de búfala. Antiguamente la producción de mozzarella en esta provincia y alrededores se realizaba únicamente con leche de búfala pero debido a su escasez, en vez de la mozzarella de búfala se popularizó más adelante la mozzarella fresca con queso elaborado a base de leche de vaca o de oveja.
¿De dónde viene el queso mozzarella?
Decíamos que la mozzarella se elabora a partir de leche de búfala, vaca u oveja. Pertenece al grupo de los quesos de pasta hilada por su proceso de elaboración. Se amasa la cuajada utilizando agua caliente para estirarla y plastificarla, obteniendo así una estructura de filamentos. Así, este tipo de queso graso y fibroso es muy sabroso y tiene una textura especial. Podemos tomarlo al natural, por ejemplo combinada con tomate una ensalada Caprese o fundido. El queso mozzarella tiene un fundido muy interesante para platos gratinados o pizzas gracias a los filamentos que lo componen que hacen que el queso se estire y se estire.
Al tratarse de un queso fresco, debe conservarse en líquido de esta manera alargará o facilitará su caducidad. El líquido en cuestión es suero láctico que permite mantener las propiedades organolépticas por periodos más largos.
¿Qué pasa lo dejas abierto? Realmente nada mientras lo consumas al día siguiente o como mucho a los dos días. Pues así se evita que pierdan sus propiedades organolépticas o posible caducidad.
Arla es una cooperativa de ganaderos que se dedica a la producción de leche, diferentes tipos de quesos y mantequilla. Los granjeros que aportan 13,4 mil millones de litros de leche fresca al año, proceden de hasta siete países de la Unión Europea y como miembros de la cooperativa reparten sus ganancias de forma equitativa. Su implicación es total ya que están presentes en todo el proceso, desde que recogen la leche hasta que el producto llega al consumidor.
Actualmente Arla distribuye en España tres referencias con mozzarella en la categoría quesos en lonchas y quesos rallados. Todos los productos se elaboran con ingredientes naturales, sin colorantes, ni conservantes. Os recomendamos hacer clic en la imagen si queréis conocer los ingredientes, valores nutricionales y recetas relacionadas con los productos.
Pizza con queso mozzarella
Aunque de origen italiano, al cabo de los años más países se sumaron a la elaboración de este tipo de queso. En Dinamarca la historia comenzó de una forma un tanto curiosa. Fueron los soldados americanos, los que lo propiciaron a finales de los años 40. Habiéndose introducido la pizza en Estados Unidos por los emigrantes italianos, los americanos se aficionaron rápidamente a ella y a otros platos que la contenían y estando en Europa no querían prescindir de ella, por lo que se empezó a elaborar una mozzarella más firme, duradera, y fácil de rallar.
Propiedades del queso mozzarella
Si hablamos nutricionalmente la mozzarella es un alimento excelente, contiene sustancias proteicas, alto contenido de vitaminas, minerales y calcio. Además de ser baja en grasa y rica en fósforo.
Funciona como una buena fuente de zinc y vitamina E, ayudando al buen envejecimiento de los tejidos.