En este artículo desvelamos los trucos para preparar la hamburguesa perfecta. Las hamburguesas son fáciles de hacer, es una receta económica y que gusta a todo el mundo. Esas virtudes han sido sus peores enemigas, convirtiendo a la hamburguesa en icono del fast food. Por eso, queremos acudir al rescate de esta gran aliada para recordar a las madres que no hay forma más fácil de acostumbrar a los niños a nuevos gustos, a los sibaritas que es un universo de posibilidades para el que conoce el arte de mezclar y a todos los seguidores de Naturarla, que una buena hamburguesa hecha en casa puede estar tan cargada de salud y sabor.
La hamburguesa perfecta
Una buena materia prima
Empecemos por lo fundamental, una buena materia prima. Ya sea de vaca, de cerdo, de pollo o de pescado, la carne debe ser de buena calidad. Te recomendamos que elijas un buen trozo de carne con un 20-30% de grasa y le pidas al carnicero que lo muela, ya que la carne picada que compramos envasada suele estar compuesta por sobras de todo tipo, incluyendo mucha grasa. La clásica hamburguesa solo lleva carne aderezada al gusto, pero también hay quien prefiere preparar una masa parecida a la de las albóndigas, con huevo, pan rallado, cebolla picada, hierbas… Cuando usas carnes magras, como pavo, pollo o pescado, necesitarás suplir el bajo contenido en grasa por algún alimento que ayude a compactar la hamburguesa: huevo batido, pan remojado en leche o en caldo, maizena…
Queso para tu hamburguesa
Cuando preparamos una hamburguesa clásica, el queso debe ser de calidad y a la vez que funda con facilidad, un queso de gusto sutil que aporte cohesión y textura. Para nosotros el queso Havarti reúne todas esas cualidades y por eso lo consideramos el queso ideal para la hamburguesa. Sin embargo en el territorio creativo no hay límites: un toque de queso azul, como el queso Castello Danablu, puede resultar delicioso combinado con unos champiñones y un poco de cebolla frita o ¿qué tal un poquito de queso Cheddar y cebolla caramelizada?
Además del queso, lechuga, tomate y cebolla son los tres complementos básicos. Aportan frescor, textura y color. Pero si lo que buscas es huir de la monotonía puedes preparar tu hamburguesa con multitud de otros elementos: setas, tomates secos, pimientos asados, rúcula, germinados…
Hamburguesa vegetal
También es posible hacer hamburguesa vegetal, con legumbres, arroz, soja… El truco de estas hamburguesas es compactarlas bien con ayuda de algún alimento, como el huevo o el pan remojado en caldo de verdura y luego rebozarlas para darles una capa de protección y que no se desmonten al cocinarlas. Fíjate, por ejemplo, en esta original receta de hamburguesa de tofu con wasabi.
¿Cuál es el mejor pan?
Puedes optar por un pan de sabor suave y un toque dulzón, que no compita con el sabor de los otros elementos o darle protagonismo empleando ricos panes de semillas u otros. Eso sí, cuanto mayor sea la hamburguesa y más guarnición y salsa tenga, necesitaremos un pan más fuerte, para que no se deshaga. ¿Un truco? Tuesta el pan por las dos caras internas para que mantenga su forma y sea más fácil de comer.
Salsas caseras
De nuevo encontramos una escuela clásica y una en la que todo vale. Entre los clásicos, el ketchup, la mostaza y la mayonesa. Merece la pena probar las hamburguesas con salsa de yogur, salsa de queso azul, salsa tártara, salsa holandesa, salsa con setas, bearnesa …
Como ves, el universo de la hamburguesa va más allá de la carne picada con queso, pan y tomate. Aprende a jugar con los ingredientes para preparar hamburguesas cada vez más sabrosas.
¡Y recuerda que a la hora de preparar la hamburguesa perfecta, la calidad es la clave del éxito!
