En Naturarla seguimos analizando todos aquellos elementos que componen una etiqueta de información nutricional. Como consumidores tenemos a nuestra disposición estas etiquetas que contienen datos completos, útiles y precisos sobre las cualidades nutritivas de un producto. Por eso, es imprescindible entender lo que pone una etiqueta de información nutricional, porque nos ayudará a tomar aquellas decisiones relacionadas con los alimentos que consumiremos y que a la larga beneficiarán, o no, a nuestra salud.
Existe un componente del que hemos oído hablar mucho en los últimos tiempos, y que aparece en muchos envases de muchos productos con el distintivo “sin gluten”. Pero, ¿sabemos realmente lo que es el gluten? Hoy vamos a profundizar en ello.
Para qué sirve el gluten
El gluten es una proteína que se puede obtener a partir de la harina de algunos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena. Contienen gluten los productos que se elaboran a partir de estas materias primas. Por lo tanto, los panes, pastas, productos de repostería o panadería, legumbres en conserva, carnes enlatadas, pescados precocinados, productos congelados, caldos o sopas concentradas, productos marinados, salsas y rellenos pueden puede contener harina y por lo tanto gluten.
No contienen gluten alimentos naturales como la leche y los derivados lácteos, las carnes, pescados y mariscos frescos, los huevos, frutas, verduras y legumbres, así como los productos congelados sin rebozar o los conservados en aceite. Tampoco contienen gluten el azúcar y la miel, la sal, todas las especias naturales en rama y grano no preparadas, el vinagre de vino, los aceites y mantequillas, el café y las infusiones, los vinos y refrescos, y los frutos secos naturales o fritos.
El gluten se asimila fácilmente y hay una mayoría de personas que no tienen problemas al digerirlo. Sin embargo, existe una parte de la población intolerante al gluten. Este trastorno se conoce como enfermedad celiaca.
Cuando un celiaco ingiere alimentos que contienen proteínas del gluten, su sistema inmunológico responde dañando el intestino delgado. La enfermedad celíaca se produce entonces por la existencia de una intolerancia permanente al gluten. Por esta razón, y una vez diagnosticada esta dolencia, el único tratamiento efectivo consistirá en seguir una dieta estricta sin gluten, ya que será la única forma de normalizar el funcionamiento de la mucosa intestinal. Al no conocerse qué límite de esta proteína toleran los celíacos, es recomendable que la ingesta de gluten sea cero para evitar complicaciones futuras y riesgos innecesarios.