Éste mes he optado por algo muy fácil y diferente, algún sabor más desconocido y los clásicos de siempre. El intenso sabor del queso azul “Castello Black” se ve contrastado, por el dulzor del membrillo de siempre, por la textura crujiente y tostada del arroz salvaje, por el sutil picante del jengibre confitado, y por el neutro sabor del pan de sésamo. Todos son buenos, pero si los agrupamos y los servimos después de una buena comida, la experiencia se convierte sencillamente, en algo perfecto. Vamos con la receta.
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