El primer uso conocido del término «cottage» data de 1831. Se cree que se originó porque el queso por lo general se hacía en cabañas con la leche que quedaba después de hacer mantequilla (“cottage” significa cabaña en inglés).
El queso cottage es un queso suave, blanco y cremoso. Se considera un queso fresco, por lo que no se somete a un proceso de envejecimiento y de ahí su suave sabor.
Es fácil confundirlo con el requesón, pero no son exactamente lo mismo: el cottage es más suave de textura y sabor que el requesón. Aunque también llegar a confundirse con el ricotta italiano si no se conocen bien las diferencias entre ambos. Pero en realidad el cottage es el que resulta más interesante nutricionalmente.
Queso saciante y nutritivo
Su popularidad ha crecido en las últimas décadas, y se recomienda como parte de una dieta saludable porque ofrece una cantidad importante de proteína, pero también tiene muchos otros nutrientes esenciales.
Es por esta razón que es común su consumo no sólo entre deportistas sino también dentro de planes para controlar el peso.
Y es, como hemos sugerido, es un queso muy nutritivo. Pensemos por ejemplo que una taza de un cuarto de kilogramo de queso cottage proporciona unos 30 gramos de proteína pura (comparable a la carne o el pescado) pero apenas unos 6 gramos de carbohidratos y algo más de 2 gramos de grasas.
Además, esa taza nos aportaría una tercera parte de la cantidad diaria recomendada de selenio, fósforo, una cuarta parte de vitaminas B2 y B12 y una cantidad apreciable de calcio.
No es mala inversión dietética, cuando además el magnesio, hierro, zinc y potasio o vitamina A son otros nutrientes en cantidades reseñables en el queso cottage. Es decir, este producto nos aporta pocas calorías, pero calorías de calidad.
Regeneración de músculo
Aparte de la mencionada contribución a la reducción del peso y grasa corporales, lo cierto es que su caseína es un tipo de proteína predilecta por los deportistas por su ralentizada absorción. De hecho, la caseína del queso puede ser tan efectiva para generar músculo y evitar su desgaste como la proteína del whey o suero de leche tan extremadamente popular en gimnasios y entre deportistas.
Así, comer por ejemplo queso cottage por la noche puede favorecer la liberación de aminoácidos durante el sueño para evitar la destrucción de músculo, uno de los mayores miedos de los deportistas que dependen de su masa muscular.
Además, y como curiosidad, el queso cottage es un elemento básico de la Dieta Budwig. La doctora Johanna Budwig publicó en los años 50 investigaciones de cómo los alimentos más procesados afectan negativamente nuestra salud. A través de esta investigación, ella ayudó a otros a entender qué comer y qué no comer. Una recomendación del estudio fue el queso cottage, «la salud de sus células puede recuperarse rápidamente al consumir una mezcla de queso cottage, semillas de lino y aceite de lino».
Queso cottage Arla Protein
Muchas dietas incluyen queso como el cottage de Arla por su alto contenido en proteína y limitado en calorías totales. Un estudio en 2012 siguió a personas que mantuvieron una dieta que simplemente incluía alimentos ricos en proteínas como el queso cottage durante un año, tras este periodo todos redujeron de media su peso corporal. Lo lograron sin adherirse a ningún plan estricto ni a una dieta concreta más allá de incluir alimentos ricos en proteína.
Se sabe además que la proteína produce una sensación de saciedad que no conseguimos con los hidratos de carbono. En concreto, sabemos que la casína (que contiene el queso cottage) es un tipo de proteína que produce una alta sensación de saciedad. Y el calcio que contiene el cottage también contribuye a la pérdida de peso.
Tanto es así que incluso en 2015 un estudio con 30 sujetos halló que el queso cottage produce claros efectos saciantes en humanos con independencia de su metabolismo.
Ayuda al sistema digestivo
Muchas personas toman yogur por sus probióticos, pero en realidad el queso cottage es un tipo de queso que también contiene estas bacterias beneficiosas (lo cual es excepcional), en concreto el cottage contiene lactobacillus casei, una bacteria probiótica que mejora el sistema digestivo y combate las infecciones.
Apuesto a que estás sorprendido de las propiedades que tiene este queso y si hasta ahora no lo consumías quizás te preguntes por qué. Nunca es tarde si la dicha es buena. Y la del cottage es, a la luz de sus beneficios, muy buena.