Hoy queremos hablar de otro nutriente que sabemos que es esencial para nuestro organismo: la fibra. Seguro que has escuchado alguna vez la frase: «Come de esto, que tiene mucha fibra». Pero ¿qué es la fibra exactamente? ¿cómo nos beneficia? ¿cuánta necesitamos? ¿en qué alimentos se encuentra en mayor medida? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la fibra?
La fibra no es más que un hidrato de carbono que no es digerido por nuestras enzimas, por lo que no se absorbe y pasa íntegro por nuestro aparato digestivo, limpiándolo, facilitando el tránsito intestinal y aportando efectos muy beneficiosos para nuestro sistema digestivo y nuestra salud en general.
Existen dos tipos, insoluble y soluble:
- La insoluble se encuentra en los cereales y sus derivados: pan, pasta, etc., pero siempre en sus variedades integrales. Este tipo aumenta la movilidad intestinal, mitigando ciertos trastornos como el estreñimiento.
- La soluble se encuentra en frutas, verduras y legumbres. Los beneficios de este tipo son amplios: combate el colesterol, previene el cáncer de colon, combate las subidas de azúcar en sangre, etc. En contacto con el agua forma una especie de gel: mejora su capacidad para circular por el intestino y aumenta su volumen, con la consecuente sensación de saciedad. Esa capacidad de hacernos sentir saciados es la que hace de este alimento un clásico de la dieta de adelgazamiento.
¿Cuáles son sus beneficios?
Es bastante conocido el papel que juega este nutriente contra el estreñimiento. Sin embargo, su verdadero valor se descubrió en los años 70, cuando dos médicos estudiaban la relación entre la dieta vegetariana de ciertos pueblos de África con la baja incidencia de enfermedades frecuentes en el mundo occidental. Los estudios llevaron a estos médicos a descubrir que la fibra absorbía el colesterol, así como ciertas sustancias cancerígenas. También nos ayuda a eliminarlo a través de las heces.
Es también destacable su acción para prevenir y controlar la diabetes, una enfermedad cada vez más habitual.
Consumir fibra en una cantidad correcta
Se aconseja un consumo diario de 30 gramos, lo que significa:
- 2 piezas de fruta
- 100 g de hortalizas
- 50 g de legumbres
- 50 g de pan integral
Con esos cuatro ingredientes, encontraríamos el equilibrio ideal de fibras para asegurarnos una salud de hierro.
Suplementos dietéticos
Se puede afirmar que, entre las personas que no presentan ningún problema de salud, los suplementos solo actúan como parche de una dieta poco equilibrada y con carencias nutricionales.
Su exceso podría disminuir nuestra capacidad para absorber ciertos nutrientes como el calcio, el zinc o el hierro, por lo que no debemos abusar de ella. Además, podría producirnos gases.
