¿Tu reto diario es conseguir que tus peques se alimenten de forma saludable? Como sabes, llevar una dieta equilibrada es esencial para mantener un buen estado de salud, tanto en adultos como en niños. Para ello es fundamental enseñar e inculcar desde la infancia unos buenos hábitos alimentarios que incluyan una variedad de alimentos ricos en proteínas, hidratos, vitaminas y minerales, entre otros. Sin embargo, algunos pequeños se resisten a tomar ciertos alimentos, lo que preocupa a muchos papás y mamás. Desde Arla estamos comprometidos con la alimentación sana, por eso os damos algunos consejos para que los niños coman de todo en casa.
Elabora platos para compartir
En la mayoría de las ocasiones, los peques suelen repetir las acciones de los mayores, de modo que si nos ven comiendo unos alimentos, es muy probable que ellos también quieran y se animen a probarlos. Las ensaladas son un plato perfecto para compartir junto a ellos. Además, podemos adaptarlas a sus gustos y añadir verduras, frutas y pescados, como por ejemplo el salmón ahumado, que de otro modo no consumirían. Para darles un toque fresco puedes agregar dados de queso blanco y frutas deshidratadas, ¡verás que explosión de sabor! De este modo, vuestros hijos se acostumbrarán a comer verduras y hortalizas al mismo tiempo que disfrutan de un plato delicioso.
Prepara meriendas originales y divertidas
¿Conoces una mejor forma de lograr que los niños aprendan cosas nuevas que jugando? ¡Haz que la merienda se trate de una experiencia emocionante! Una receta sencilla que podéis preparar en un momento son los rollitos de queso y jamón cocido. Simplemente tenéis que coger una loncha de queso, poner encima una de jamón cocido y enrollarlo. Si los cortas en rodajas y lo metes al microondas unos segundos comenzará a salir el queso fundido por los laterales como si fuese un volcán. ¡Una receta divertida hará que los niños coman de todo!
Cocina utilizando el horno
Algunos alimentos como el pescado suelen ser mejor aceptados por los niños cuando los cocinamos rebozados o empanados. Sin embargo, esta es una técnica que no deberíamos usar demasiado ya que provoca que los alimentos se engrasen en exceso. Además, como consecuencia, aumentan de forma excesiva las kilocalorías, fomentado el sobrepeso y la obesidad.
En su lugar, podéis usar el horno. De esta manera, los niños estarán presentes en la elaboración de la receta sobre la bandeja o fuente, y comprobarán el cambio de apariencia de los alimentos después de unos minutos en el horno. Por cierto, si queréis engañar el sabor del pescado, una solución es preparar una salsa de yogur. ¡Buenísima!
Deja que los más peques participen
Involucrarles en la preparación de la receta es otro de los consejos para que los niños coman de todo. No hay nada mejor que asignarles unas tareas sencillas para que tomen conciencia de la importancia de una buena alimentación y además se diviertan. ¿De qué forma pueden ayudar? ¡Toma nota!
- Cortar alimentos como las patatas cocidas, el huevo, el aguacate…
- Presentar los platos de forma original. Siempre nos han dicho que con la comida no se juega, pero a veces no está mal dejar volar la imaginación y utilizar los diferentes alimentos para representar animales, objetos, emociones…
- Preparar salsas. Deja que sean ellos los que mezclen los ingredientes. ¡Se sentirán como si estuvieran preparando una poción en una escuela de magia!
- Amasar y batir los ingredientes a la hora de preparar, por ejemplo, una masa de pizza o un bizcocho. También pueden colaborar a la hora de pesar los alimentos.
Dedícale más tiempo a la cocina
Hoy en día es posible cocinar platos muy sabrosos y atractivos en poco tiempo. No obstante, si los consumimos con excesiva frecuencia corremos el riesgo de caer en la monotonía de sabores, algo que los peques traducirán como aburrimiento. Para combatir este problema tan solo es necesario destinar un poco más de tiempo a la elaboración de nuevas recetas. Una de nuestras recomendaciones es que aprovechéis los fines de semana. De este modo descubriréis juntos nuevos platos, texturas y combinaciones de alimentos. Además, esto os ayudará a reducir el consumo de platos precocinados, que normalmente son bastante ricos en sal, grasas de poca calidad e incluso azúcar.
Varía la presentación de los platos
Tal y como ocurre con los sabores, si presentamos los alimentos siempre del mismo modo, nuestros peques se terminarán cansando. Por ejemplo, si siempre ofreces a tus hijos las lentejas en un guiso o en un cocido, aunque las coman, puede que no las disfruten. El momento de la comida es una oportunidad perfecta para la experimentación. Por ello, os aconsejamos que aprovechéis las posibilidades de los alimentos y variéis los formatos de presentación. Uno de los consejos para que los niños coman de todo cuando ya están cansados es preparar hamburguesas caseras de pescado o utilizar legumbres para hacer albóndigas. ¡Pruébalo!
Inténtalo otro día y conseguirás que los niños coman de todo
Como es normal, puede que tus hijos rechacen de primeras algunos alimentos o nuevos sabores. Aunque lo más habitual a estas edades es que ocurra con verduras o pescados, quizás a tu peque le cuesta más comer legumbres o algún tipo de carne. Frente a estas situaciones, no pierdas la paciencia. Ofrécele el mismo alimento varias veces, pero cocinado y presentado de formas diferentes.
Es importante nutrirnos a través de los alimentos, pero también es esencial disfrutar y apreciar las cualidades organolépticas de los distintos tipos de alimentos. Esperamos que con estos consejos los niños vean la alimentación desde otra perspectiva.
