Llega la Navidad y, con ella, todas las celebraciones y eventos que van ocupando el calendario y que pueden conllevar excesos relativos a comida y a bebida. Para quienes cuidan su rutina llevando un estilo de vida saludable, puede suponer un desafío. Aquí podemos encontrarnos diferentes enfoques. El primero, las personas que abandonan sus hábitos con la idea de que no es posible cuidarse en estas fechas, porque no quieren estar pendientes y eligen “disfrutar”. También están las que se agobian y, ante el miedo de “estropear” todo lo que han trabajado hasta el momento, eligen ser rígidos y vivirlas desde la restricción no dejándose disfrutar por lo que les apetece porque sería un error. Por último, quienes se cuidan, que tienen buenos hábitos y que también tienen flexibilidad suficiente para disfrutar de los momentos de celebración sin culpa ni tampoco descontrol.
El calendario de Navidad
Una herramienta que puede ser útil para una Navidad saludable es la de hacer un calendario del período de Navidad. Quizás se puede hacer desde principios de diciembre porque ya comienzan las comidas, las cenas de empresa y demás eventos.
En el calendario se anotarán los días con comidas especiales para que así, visualmente, podamos darnos cuenta de que hay más comidas habituales que de celebración. De esta manera, se puede conseguir aliviar ese miedo o preocupación por la llegada de estas fechas.
Los momentos clave son: Nochebuena, Navidad, Fin de año, Año nuevo y Reyes. Suma a esto 2 o 3 celebraciones extra de amigos y trabajo y, fíjate, quedan muchos desayunos, muchas comidas y cenas en las que disfrutar de opciones nutritivas y alineadas con tus objetivos.
¿Crees entonces que la Navidad tendrá un impacto negativo en tu salud y bienestar? Lo tendrá en el caso de que elijas un abandono total de tus hábitos de autocuidado o si ya eras una persona que no se cuida nunca.
Si te cuesta disfrutarlas porque sientes culpa y malestar, quizás sea bueno revisar cómo te relacionas con la comida y valorar enfocar tus objetivos desde un proceso más amable, flexible y saludable a todos los niveles.
Recomendaciones para disfrutar de una Navidad saludable:
Son días en los que podemos comer rico y con calma, compartir momentos especiales con personas queridas y con nosotros mismos y hacerlo de una manera tranquila y con atención plena. Aquí algunas recomendaciones para una Navidad saludable:
- Normalizar y cuidar las ingestas previas a una celebración: el día 24, por ejemplo, no hay que ayunar o comer poquito durante el día para así reservarnos para la noche. Es mejor comer como habitualmente lo hacemos para llegar con un nivel de hambre normal y cómodo.
- Comer de manera consciente durante la cena o comida especial: poner atención en el nivel de hambre antes de empezar, saber cuál es el menú para así valorar qué apetece comer (a veces es todo o a veces elegimos entrantes y postre, por ejemplo).
- Sentarse a la mesa relajados: podemos hacer alguna respiración profunda para entrar en calma con tanta emoción que nos rodea. Esto puede ayudar a no comer con mucha ansiedad, rápido y desconectados de las señales de saciedad.
Dulces y alcohol en Navidad:
- Con respecto a los dulces: no pasa nada por comer algún día, el problema reside en que este tipo de productos comienzan a estar presentes en casa tiempo antes de comenzar las fiestas. ¿Por qué comer turrón desde noviembre y por qué preparar bandejas con tanta cantidad que después sobran y suelen hacer que las personas sigan consumiéndolos hasta que se acaben? Lo recomendable es comprar lo necesario para esos días de fiesta.
- Con respecto al alcohol: beber con calma sin hacerlo ansiosamente será positivo para así reducir la cantidad que se consume. Es importante procurar no dejarse llevar por el ritmo de los demás si vas más despacio. También se pueden buscar alternativas para no ingerir solo alcohol: servir una copa de vino y otra de agua y/o hacer algún cóctel sin alcohol para la sobremesa, por ejemplo.
Más consejos para una Navidad saludable:
- Servirse en el plato: si tenemos mucha comida en la mesa, como puede suceder con los entrantes, puede ayudar servirse en el plato lo que se quiere comer en vez de picar de las fuentes. De esta forma, se hacen elecciones más conscientes y se come con mayor tranquilidad y disfrute. En el caso de querer repetir, siempre se puede servir de nuevo.
- No hay que compensar al día siguiente ni hacer ningún plan detox: el cuerpo se regula con la continuidad de los hábitos normales y saludables del día a día, no es necesario que fuerces ayunos sino que comas según tu nivel de hambre y eligiendo opciones nutritivas.
- Cocinar para el día de fiesta: en caso de que te toque planear y preparar el menú (o colaborar llevando algún plato) es una opción estupenda buscar recetas sabrosas y nutritivas con ingredientes como verduras y hortalizas, fruta, cereales integrales, legumbres. También proteína como: pavo, huevo o queso como nuestra gama de productos Arla, 100% naturales. Procura utilizar técnicas culinarias más ligeras como: vapor, cocción, asado o plancha.
- Mantenerse activa/o durante las fiestas: durante estos días continúa haciendo tu rutina de ejercicio dentro de tus posibilidades. Sal a caminar/correr, ve al gimnasio o a la piscina. Disfruta de las prácticas de yoga, haz planes de deporte con amigos o familia, como jugar un partido de tenis o baloncesto. También puedes hacer una ruta de senderismo, por ejemplo. Todos los planes no deben ser sobre comida, puede haber variantes igualmente atractivas y saludables.
Conclusión
Si la Navidad es para ti una época de celebración, es bueno que puedas disfrutar de lo que te apetezca siendo amable y compasiva/o contigo. La flexibilidad es clave, disfruta de esos momentos especiales que, además, son mucho más que comida: reencuentros, risas y muchas emociones.