
Revuelto cremoso de níscalos con Castello Danablu y jamón de pato
No es un revuelto cualquiera, normalmente acostumbramos a llamar revuelto a un huevo cuajado acompañado casi de cualquier cosa, en éste caso, lleva más trabajo pero el resultado no es ni parecido, podríamos comparar la textura de éste revuelto con la textura de una crema pastelera, y simplemente hará falta, un calor muy suave y mucho movimiento. Si a esto le sumamos que el queso se comenzará a fundir con el calor del revuelto y lo mezclamos con el sabor apuntado del jamón de pato, estamos ante un gran plato con cuatro ingredientes, veamos como se hace.