A los niños les gusta ver la tele. Y como padres es natural que nos preocupemos por los efectos que pueda tener en nuestros hijos, en su desarrollo emocional e intelectual. Ocurre además que ya no podemos limitarnos a hablar de los efectos de la televisión, porque también están los ordenadores, los móviles, las tablets, los videojuegos, quizás por eso sea más adecuado hablar de tiempos de pantalla para referirnos a esas horas que los niños pasan delante de la pantalla que sea. Y sí, está más que comprobado que estar delante de una pantalla demasiadas horas tiene un efecto negativo en ellos. La tele no es buena para los niños por muchos motivos. Ni es un buen entretenimiento, ni una buena fuente de información, y tampoco es el mejor medio para que aprendan por mucho que ahora se estilen dibujos supuestamente didácticos y educativos. Pero lo queramos o no lo queramos, la televisión es parte de nuestra cultura. Y no vamos a poder evitar que nuestros hijos la vean. Por eso, en este artículo me gustaría hablar de por qué no debemos dejar que nuestros hijos vean mucha tele, porque será responsabilidad nuestra trabajar en reducir la cantidad de horas que pasen viéndola. Y también me gustaría plantear alternativas y opciones, porque hay muchas maneras de ver la tele.