Vitamina C, una vitamina maravillosa
De todas las vitaminas, la C es una de las que mejor conocemos. Aunque muchos no lo saben, la vitamina C pueden generarla la mayoría de animales. Sin embargo, nosotros los humanos debemos consumirla ya que nuestros organismos no pueden generarla por sí mismos. Exactamente esto explica la teoría según la cual los animales no sufren infartos pero los humanos sí: nuestra necesidad lógicamente superior de vitamina C. De hecho, el premio Nobel Linus Pauling afirmó en 1989 que la enfermedad cardiovascular se debía a una falta crónica de vitamina C.