Cada mañana, millones de personas se sientan delante de una taza de café sin ser del todo conscientes de los cientos de compuestos beneficiosos que contiene el café. En realidad, el café es uno de los alimentos antioxidantes más presentes en la dieta occidental. En concreto, está demostrado que el café reduce los niveles de isoprostano, un marcador que sirve para medir el estrés oxidativo (cuanto más isoprostano tenemos en sangre, mayor oxidación padecemos).
De todos los compuestos que contiene el grano de café, posiblemente uno destaca por su poder antioxidante: el ácido clorogénico. Y es un antioxidante maravilloso porque tiene un poder muy destacado para hacer algo que pocos hacen: inhibe que el hígado produzca más glucosa. Lo cual significa un mejor metabolismo y control del peso.
Todos pensamos que el café es bueno para una mejora de la memoria y concentración a corto plazo, pero solemos creer que esto sólo es algo momentáneo. No tan rápido. Un estudio con personas con estado inicial de demencia estableció que con mayores niveles de cafeína en la sangre se podía retrasar la aparición de la demencia.
He aquí qué podemos conseguir a juzgar por los estudios publicados en función de nuestro nivel de consumo diario de café:
- Una taza: Según una revisión de casi 20 estudios con medio millón de personas en total, una taza diaria de café reduce un 7% el riesgo de diabetes tipo II.
- Dos tazas: Favorece un buen estado de ánimo. Un estudio con 86.000 mujeres relacionó estos niveles de consumo de café con una reducción del 60% de suicidio.
- Tres tazas: Puede reducir hasta un 20% la incidencia de cálculos biliares a juzgar por un estudio con 127.000 profesionales de la salud.
No obstante, si estás embarazada no deberías consumir más de dos tazas diarias de café. ¿Y qué café es mejor? Por lo pronto, se sabe que el café cuanto más tostado tiene menos antioxidantes. Así pues, quizás el torrefacto podríamos destacarlo si queremos beneficiarnos de los antioxidantes del café.
También es importante conservar en condiciones adecuadas el café. Lejos del aire, la humedad y el calor. Los amantes del café deberían considerar claramente un recipiente opaco con cierre hermético para guardar el café. Comprar buen café es tan importante como conservarlo.
Así pues, la próxima vez que te sientes delante de un café tómatelo de un nuevo modo: a tu salud. Y a ti, ¿te gusta el café?