Todos sabemos que el desayuno es una de las comidas más importantes del día. Nada más activarnos por la mañana, nuestro organismo necesita entre el 25 y el 30 % de las calorías diarias necesarias. ¿Cómo se consigue tal resultado? En este artículo te lo explicamos y, además, te damos tres ejemplos de desayunos saludables y completos.
¿Por qué es importante desayunar bien?
Para que el desayuno sea realmente una fuente de vitalidad y salud, es conveniente hacerlo siempre, variar un poco lo que consumimos y no pasarnos en las proporciones.
- El desayuno es una comida semi-ligera que nos prepara para la acción durante el resto del día.
- Un buen desayuno nos ayuda a mantener el peso corporal estable.
- Si desayunamos bien, llegamos a la hora de la comida con menos ansiedad y sin caprichos de alimentos ricos en azúcar y grasas.
- Si te saltas el desayuno, es difícil que con solo otras dos comidas importantes –y quizás una merienda– llegues a los requerimientos nutricionales básicos para la jornada.
- Pasas la mañana con más energías, te concentras mejor en las tareas y el hambre no te molesta mientras haces actividades.
¿Qué alimentos no deberían faltar nunca en tu desayuno?
Lácteos
Los productos lácteos son ricos en grasas, proteínas y carbohidratos complejos o de absorción lenta. La leche desnatada o entera, el yogurt natural y los quesos son productos perfectos para incluir en nuestros desayunos.
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Frutas
Las frutas dan al organismo principalmente vitaminas, minerales y fibras. Ese alimento crudo es como un baño de dinamismo para tu sistema digestivo. Opciones que deberías considerar tanto en zumos frescos o cortadas en trocitos son los plátanos, la papaya, la piña, los frutos rojos y los cítricos.
Panes y cereales
Son alimentos con alto contenido en carbohidratos y tienen la función de aportarnos energía. Puedes comer una rebanada de pan integral (y si tiene semillas aún mejor), media taza de cereales, quizás un poco de arroz, quinoa o polenta. ¡Nada de bollería industrial!
Un refuerzo de proteínas
Tu cerebro está compuesto por proteínas y lípidos desde el punto de vista bioquímico. Por ello, tu desayuno debe incluir proteínas de la mejor calidad, preferentemente de origen animal. En este sentido, debes procurar los huevos (mejor hervidos que fritos o revueltos), las lonchas de jamón o tomar una porción mayor de queso. Si eres vegetariano/a, prueba con unas lonchas de tempeh frito o daditos de seitán.
Desayuno saludable #1
- 1 yogurt desnatado o natural entero
- 1 porción de queso (50 g) con 1 rebanada de pan integral o multicereal con un chorrito de aceite de oliva, tomate y una pizca de sal
- 1 zumo de papaya
Desayuno saludable #2
- Macedonia de frutas con un chorrito de miel por encima: papaya, mango, frutos rojos, plátano y manzana
- Cereales integrales (avena, trigo o maíz) con leche desnatada o entera o yogurt
Desayuno saludable #3
- 1 rebanada de pan integral con lonchas de jamón serrano, aceite de oliva y tomate
- 1 mix de frutas licuadas
- 1 un huevo hervido grande con una pizca de sal y semillas de sésamo
Recomendaciones a tener en cuenta:
- La fruta es mejor en rebanadas que en zumos para aprovechar mejor sus fibras. Del mismo modo, a los zumos no se les debe añadir azúcar. Para el toque dulce es mejor la miel o la jalea real.
- Los panes de masa blanca se comportan como carbohidratos de absorción rápida, sacian menos y a la larga nos hacen engordar.
- Elige cereales de aspecto natural y sin azúcares añadidos, grasas ni otras sustancias.
- Si quieres comer mermelada, que sea casera, tendrá muchos aditivos.
- La bollería no es buena para desayunar, engorda y no nutre. ¡Son bombas de calorías y colesterol!
¡Recuerda!
Si quieres un buen día, empieza con un buen desayuno. Estarás más despierto, el cerebro se mostrará más dispuesto para rendir y sentirás todo tu cuerpo con las “pilas cargadas” para conseguir una jornada extraordinaria.